El inmerecido honor de esparcir el dulce aroma de Cristo

Ahora nos encontramos regresando de  una tercera campaña médica, la cual fue realizada en las afueras de la ciudad de Lima, región que se llama Ancón. Médicos de varias partes del mundo trajeron medicinas, lentes y atención médica para personas con escasos recursos económicos, bajo un propósito mayor y es que puedan escuchar las buenas nuevas de salvación en Cristo. Aquí hemos podido compartir el evangelio durante una semana con alrededor de 7 a 8 presentaciones por día.

Este tiempo fue posible gracias al trabajo de nuestros voluntarios en acción, quienes han sido de mucha ayuda y bendición. Finalmente, por su gracia, el Señor  quiso que permanezcamos un día más en este lugar, y nos regaló la oportunidad de conocer un ministerio de niños y jóvenes en el cual dispusieron que podamos compartir la palabra a sus chicos. Además de entrar a una escuela y colegio, y seguir esparciendo el aroma de la victoria de Cristo en la cruz del calvario a toda la institución.

Damos gracias a Dios por el privilegio inmerecido de poder hablar de los méritos de Cristo. ‘’Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar la fragancia de su conocimiento’’ 2 Corintios 2:14